Tuesday, November 14, 2006

Cómo ser una preysler

Hago una llamada a la población femenina a animarse a ser una preysler. Reconozco que desde que practico preysling mi vida ha cambiado. He dejado atrás una actitud mental vulgar y corriente, eso ya no va conmigo. Como los jaricrisnas me repito “soy una preysler” “soy una preysler” mil veces al día, ese es el primer paso chicas, mentalización. Está la opción “porque yo lo valgo”que también es útil.
Una vez mentalizadas hay que pasar a la acción…se puede empezar, ahora que ya no hay sequía, por un baño de espuma diario, si tienes hidromasaje mucho mejor, aprovecha este momento para pensar que ya vas por buen camino, dirás, pero si no tengo tiempo…craso error!! Esa es la mentalidad de la antipreysler….una preysler va tomando terreno poco a poco, hasta conseguir incluso que su marido le llene la bañera…
Te levantas con un grano en la cara y con unos kilos de más, una preysler no se achanta, se viste de negro y se pone maquillaje en el grano…no cedas terreno al decaimiento antipreysler nunca…
Verás que los demás se van convenciendo de que lo eres a medida que tú te convences… Si hasta puedes conseguir que George Clooney parezca un pringado a tu lado “por cierto en el hola a mi hacerme fotoshop pero a George ni se os ocurra” Ella sí que sabe…
No te creas que ser preysler no lleva trabajo pero si lo haces a gusto es menos trabajo… ¿tienes un día de esos en los que te ves guapa? ¿esos que ocurren muy de vez en cuando? Por supuesto pasas por un fotógrafo y te inmortalizas…Al final se va cogiendo gustillo al tema…Ah, y no creas que por ello eres vanidosa, no, vas comprobando sin remordimientos que tu bienestar es el bienestar de los demás…
Si empiezas a cuidarte verás que para lo bueno siempre hay tiempo, que es todo progresivo… Las prisas son enemigas del placer… es preferible postergar algo antes que hacerlo mal…ese también es un ejercicio difícil pero se va aprendiendo…La preysler nunca tiene prisa, qué vulgaridad… y si se tiene, se disimula, eso sobre todo…no hay que serlo sino parecerlo…el problema de la preysler es que es cursi (algún defecto tenía que tener) si encima de ser preysler consigues no ser cursi…ya no se puede pedir más…
Chicas, es de rigor iniciar una revolución, repitamos juntas “yo lo valgo”, “tú lo vales”, “ella lo vale”…