Tuesday, November 07, 2006

Uno de esos días
Te levantas con tiempo para llevar a la niña al colegio, hay que luchar para que se vista, se lave la cara, desayune, se lave los dientes al tiempo que se pone a dibujar o recortar algo que dejó a medio hacer por la noche…Todo esto tras haberte duchado, vestido y pintado el ojo dignamente para alegrar el día. Te tienes que ir pitando y padre e hija se enredan a despedidas con besos y abrazos... Por fin bajas al aparcamiento, hay que llegar hasta el coche, guardar abrigos, paraguas y la mochila, colocarla en la sillita al tiempo que el cinturón se atasca, por fin está instalada. Llegas hasta la puerta, vas a salir y necesitas el mando que está en la guantera delantera, la abres y zas!! el mando no está. Dejas el coche mal aparcado con la niña dentro, subes a casa pero el ascensor está ocupado, por fin en casa y el mando lo tiene tu marido en el pantalón, le juras en hebreo los escritos de la piedra roseta, vuelves a bajar, abres la puerta y llegas tarde al colegio.